Luis Mivas conoce a José, El escritor ajeno, en un cuento que Patricio Dorta refiere a Caledeonio Ruiz, con quien conecta a través de su sobrina Marta Suárez – su numen de amor -, secretaria de Santiago Fumero figura significativa de Hoyaflor. Patricio Dorta describe al chico su peculiar travesía, cuando menciona el Romance de Luis Mivas, emigrante en Europa. El muchacho no aspira a lograr una gran oda, pero le fastidia la sentencia que, en el bar de Juan Ramón, pronuncia Santiago Fumero. La vida en Hoyaflor se ve turbada por frecuente alusión de Patricio Dorta a luis Mivas, como autor real del Romance. Pero, escudado tras José, crece la dudad de si, en cuanto transmisor oral, se erige en protagonista de la crónica implícita en la leyenda, ornada con versos de ayer, de hoy, de mañana tal vez, cuya impronta suscita distinta urdimbre, que tenue alumbra la historia esbozada a lo largo de la obra.
Silvestre revive cierto episodio de su vida en París, que en breve calado entrevera con paisajes ilustrativos – sentir que en distintos momentos lo embarga-, cual cameo referencial, en lance oportuno y veraz. Su evocación es Astrid, belleza nórdica que trastocó su propia trayectoria, aunque no varió en absoluto su concepción expresa. Añora el pasado feliz, pero se le ocurre pensar en el tremendo fracaso sufrido. En su rememoración acuden amigos – Apuyelo, pintor; Elpidio, marchand; Monsieur Audibert, patrón. Gente afin a su cuita, como Ilse, y quien no intuyó el trance que atravesaba. De vuelta al escenario donde experimentó mieles y acíbares, silvestre reanuda encuentros y charlas, tras comentarios impregnados de cierta causticidad, aunque sin intencionada acritud, que matiza con tiernas propuestas de entendimiento y amor.
José Rivero Vivas nace en Santa Cruz de Tenerife, islas Canarias. Cuenta con una extensa obra literaria, en gran parte inédita, que comprende novela, cuento, poesía, teatro y ensayo. Ha sido finalista en los Premios Gipuzkoa, con la novela Los Amantes (1970); segundo premio de cuentos con La extraña actitud de Nicomedes en LA TARDE (1971); Benito Pérez Armas, Santa Cruz de Tenerife, con la novela Ni una palabra (1972), título actual: Gesta de ensueño; Vicente Blasco Ibáñez, Valencia, con la novela La espera (1978); mención especial a su poema Respuesta, en Premios Plaza Mayor, París (1981); Premio España de relatos, con su cuento Recurso en el IV Concurso Literario de FAEERU, Londres (1987-88). Ha sido también premio de teatro de autor Ciudad de La Laguna, con Jimena cuento de Nicasio, 1984. Emigrante en Europa durante muchos años, aprovecha esta circunstancia de trabajo para viajar y residir en distintos países, con objeto de andar caminos y enriquecer su bagaje humano y cultural en el contacto con otros pueblos. En la actualidad comparte estancia entre Londres y San Andrés, Tenerife, siempre atento a su producción literaria.